jueves, 24 de marzo de 2011

JAVIER Y LAS DROGAS

Javier llevaba una vida normal, tranquila, como cualquier otra persona. Trabajaba en una empresa muy importante de su ciudad con su padre y abuelo, que era el director, era una persona muy valorada por los que le rodeaban y solo tenía 18 años cuando empezó a trabajar. Con el tiempo se hizo muy querido pero aún era joven y tenía malas amistades. Todo le iba muy bien en la vida hasta que un día decidió salir con sus amigos a tomar algo a un pub cercano a su trabajo. En el pub había chicas, música y alcohol. El era un chico sano, le gustaba el deporte y era muy responsable, así que solo pensaba en acompañarles y desconectar un poco de su rutina. Un gran amigo suyo le ofreció un tipo de droga y le comentó que con eso se iba a despejar y se iba a sentir mejor. Él no aceptó hasta que una mujer se le acercó y lo metió en el almacén. Allí estaban sus amigos y unas cuantas adolescentes con un polvo blanco, intentó ceder, pero no pudo, se sentó con ellos y cayó en la trampa. Pasaron dos meses y cada vez era peor, todos los días necesitaba comprar cocaína. En el trabajo estaban investigando sobre él porque lo notaban diferente, pero Javier no se daba cuenta, solo pensaba en la angustia que sentía dentro de él. Vendió uno de sus coches y lo gastó todo en droga. Llamó a sus amigos y se fueron al chalet de uno de ellos, estuvieron una semana allí sin salir, sin comer, sin dormir y a base de cocaína, él lo hizo todo tan rápido que no sabía que estaba jugando con su vida.
Al consumir toda la droga que habían comprado llegó a la desesperación, porque necesitaba más y en ese mismo momento que lo dijo cayó al suelo...
Lo llevaron al hospital y lo metieron en un box, pero al llegar el doctor ya era demasiado tarde, le dio una sobredosis de cocaína y murió por una parada cardíaca.
Todos sus amigos lloraban ese día, pero aún, a día de hoy, ninguno de ellos ha podido salir de ese callejón sin salida.

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