jueves, 24 de marzo de 2011

MI VIAJE A IFRÁN

El dos de diciembre quería hacer un viaje, pero no pude por circunstancias económicas, intentaba ir de cualquier manera, pero tuve la suerte de que en la asociación de vecinos de mi bario que hicieron una propuesta más barata que era economizar y en vez de ir en coche era más barato en autocares. El límite de pasajero era de 62, por lo cual me vino mejor que ir solo en coche.
             Cuando llegó el fin de semana, a las ocho de la mañana yo estaba esperando en la salida de autocares. El viaje fue un poco cargado, era un trayecto de Ceuta a Ifrán, ya que duro más de lo que yo esperaba, antes de llegar a la primera parada en Tetuán, el autocar se averió y estuvimos allí hasta que llegó el siguiente autocar.
            Cuando llegamos a la primera parada, bajamos todos a desayunar, yo tomé un vaso de té, unas tostadas y un zumo de naranja natural, después de eso fui al baño porque el trayecto iba a ser largo y para evitar riesgos. 
            Después de la media hora de descanso el autobús inicio la marcha, en el camino estuvimos charlando y contando chistes, algunos estaban dormidos y otros viendo por las ventanas el paisaje. Un vecino me estuvo diciendo que había estado en Marrakech, pero que salía más caro. Después de la charla faltaba poco para la siguiente parada, al llegar a la segunda parada nos bajamos del autocar, estiramos los pies, y a dos pasos estaba el restaurante donde íbamos a comer. Yo nada más entrar vi una nevera en la que había toda clase de pescado. Al ver eso me entró más hambre de la que tenía antes de entrar. Entonces pedí el plato combinado de frituras. Al finalizar el tiempo que nos dieron nos pusimos en marcha.
            Al pasar cinco horas, finalmente llegamos a nuestro destino, Ifrán, es un lugar agradable y el ambiente también. Alquilamos una habitación mi amigo y yo, como había mucha gente tuvimos que organizarnos en habitaciones para cuatro personas.  Como solo éramos dos, se sumaron a nosotros dos compañeros más.
            Al día siguiente tenían  previsto ir a primera hora a la estación de  esquí para divertirnos  en la nieve y aprender a esquiar. También se alquilaban motos de nieve,  se podían hacer fotos con los renos. La casualidad era que no esperábamos que nos íbamos a encontrar al rey de Marruecos, que estaba ese mismo día con su familia.
            A la hora de comer volvimos al hotel, al terminar de comer, por la tarde, nos llevaron a un balneario que tenía todo tipo de saunas, piscinas, jacuzzis, y sitios para dar masajes y relajarnos. Cada uno de estos sitios tenía un precio, el jacuzzi era uno de los más caros. Regresamos contentos al hotel y ya nos preparamos para volver.
            Al día siguiente por la mañana organizamos las maletas para el regreso a Ceuta, para mí ha sido una experiencia muy bonita y espero tener un viaje parecido, ya que este ha sido inolvidable.                             

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