jueves, 24 de marzo de 2011

LA MUJER MUERTA

De entre todas las montañas que hay en la tierra, no conozco una más bonita y que me diga tanto como “La mujer muerta”. La veo y admiro todos los días desde el balcón de mi casa, parece tan lejana y está aquí, viviendo con nosotros. Monte con infinitas historias y leyendas.
            Os resumiré en pocas palabras lo que esta montaña influye en mi familia:
            A mis hijas les sirve de referencia cuando se acerca la Navidad, ya que se imaginan a los Reyes Magos, sentados en sus camellos y caminando hacia su casa.
            A mi marido le sirve de referencia en su principal afición, la pesca, ya que mirando al monte, puede saber si soplará viento, lloverá o cualquier otro incidente del tiempo. Cosas que se han de aprender para la práctica de este deporte.
            Y a mí, me sirve para imaginar el tiempo que hará al otro lado del monte, y más concretamente en Asilah, ciudad que me encanta.

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