jueves, 24 de marzo de 2011

VACACIONES: “NOCHE EN FES”

Hemos cogido las vacaciones de Navidad, estoy contento, hacía tiempo que no sentía esta sensación, pues la vida de estudiante la había aparcado por bastante tiempo. Dichas vacaciones me han coincidido con un permiso en el trabajo de una semana. En el trabajo cada grupo ha librado en una semana festiva, a mí me tocó librar Noche Buena.
Por lo tanto, nos disponemos ir a Sidi Harazem, días antes habíamos planeado hacer algún viaje, pensamos en Marrakech o Agadir, pero al final nos inclinamos por Sidi Harazem (Fés).
            Día veinticinco de diciembre a las siete y media de la mañana, hora de partida, vamos a tomar los coches para comenzar nuestra travesía, todos estábamos preparados, el equipaje estaba en el coche de un día antes. Por cierto, vamos dos coches, en uno van mis padres, mi esposa, mis niños y yo al volante, en el otro coche van mi hermano al volante, mi otro hermano de copiloto, y atrás mi hermana, mi cuñada y mis sobrinos. Al salir de la frontera desayunamos en una cafetería que se encuentra en Castillejos, después reanudamos la marcha de nuevo. Más tarde hicimos otra parada antes de llegar a nuestro destino, hicimos solo una parada debido al frío.
            La distancia no es mucha, ronda los trescientos kilómetros, pero la carretera está en malas condiciones, por lo que hace el viaje más lento, y además chispeaba. Llegamos a Sidi Harazem alrededor de las catorce horas.
            Mi suegra me dijo que preguntemos por el poblado de Sidi Harazem, para buscar alquiler, queríamos alquilar una casa, en vez de hotel, nuestra idea era que la familia estuviera unida, y además también por los niños, que los niños se sintieran a gusto. Cuando llegamos a dicho poblado, todo el mundo nos llamaba para alquilarnos su casa, justo lo que nos había dicho mi suegra. Entonces entramos a ver unas cuantas casas, pero no nos convencía ninguna, estaban en malas condiciones, o no estaban amuebladas, o no tenían agua caliente o había poca higiene. Después de ver tantas casas, un chico nos dijo que iba a mostrarnos una casa que reunía nuestras condiciones. Así fue, la casa que nos mostró el muchacho estaba limpia, y además la casa estaba situada en un barrio muy tranquilo. Entonces subimos el equipaje, y nos acomodamos. Luego salimos a comer, y dimos unas cuantas vueltas por la ciudad de Fes, en coche, porque a pie no se podía con la lluvia y el frío. Regresamos de noche. Estábamos todos reunidos en un ambiente muy agradable. Después fuimos a dormir, y ahora viene lo bueno, resulta que mientras estábamos dormidos, la botella de gas expulsaba gas, íbamos a morir, de no ser por mi cuñada, que se despertó mareada por el gas y fue rápidamente a cerrar la botella de gas. En ese momento nos despertó a todos. Nos encontrábamos mareados, con fuertes dolores de cabeza y con ganas de vomitar, de hecho, algunos vomitamos un líquido amarrillo. Gracias a Dios todo acabó en un susto, casi no iba a vivir para contarlo, pero aquí estoy escribiendo esta redacción, por eso la he titulado la “noche en Fes.”     

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