jueves, 24 de marzo de 2011

MI PRIMER TRABAJO

Todo empezó cuando tenía 16 años, que era la edad en la que salí del instituto, lo había dejado en tercero de la ESO, ya que tenía malas notas y por eso fue por lo que me mandaron a una especie de cursillo dentro del centro que se dedicaba un poco a los estudios y por otra parte a la enseñanza de mantenimiento de edificios, tales como fontanería, electricidad, carpintería etc.
            Cuando terminé al cabo de dos años, hice un examen final en el cual si lo aprobaba  me mandaban  a un mes de prácticas a una empresa de electricidad, que era la que yo elegía.  Cuando pasó el mes no me aceptaron y me quedé fuera del futuro trabajo.
Un  día estaba sentado en mi barrio y me encontré con un vecino mío, empecé a hablar con él, y con una cosa y otra salió el tema de que nos apuntáramos a las Fuerzas Armadas Profesionales del Ejército de España.
            Al principio, yo no sabía de qué se trataba el trabajo de Militar, aún así me informé bien y me apunté para vivir una experiencia nueva. Cuando hice los exámenes de  psicología, teoría y físico,  después de aprobar todos los exámenes te daban para elegir el lugar de destino y el cuartel. Yo elegí el destino en el sitio que vivía, que era Ceuta, pero como había muchos cuarteles y yo no tenía el Graduado no me dieron para elegir, entonces, lo último que me quedaba era Infantería Ligera, que constaba de dos cuarteles: el Tercio Duque de Alba y Regulares 54. Entonces elegí Regulares.
            Al pasar quince días me tenía que presentar en el Cimov, Centro de Enseñanza Militar de Cáceres. Nada más llegar ahí te daban un alojamiento con todas las cosas necesarias para la permanencia. Al día siguiente te daban la ropa militar, te llevaban al peluquero y todo el papeleo. Iban pasando los días y cada vez trabajábamos más. Los fines de semana nos dejaban ir a nuestras casas, yo me iba, lavaba la ropa y subía otra vez porque me tenía que presentar el lunes.
            Cuando llevaba los dos meses en el Centro Militar nos hacían la Jura de Bandera, que consistía en un pequeño desfile en el que teníamos que pasar desfilando  y pasando al lado de la bandera española, teníamos que girar la cabeza hacia la bandera para besar y jurar por ella. Cuando  terminaba el desfile seguía un mes más de trabajo hasta llegar a un nivel de instrucción suficiente. Pasó el mes y nos dieron el Diploma de haber superado todas las horas previstas y nivel de instrucción suficiente. Luego nos mandaba al lugar elegido del destino que correspondía.
            Cuando llegué al destino me incorporé ya en el sitio que me correspondía, que era la vida militar que yo elegí y que estaba en una ciudad en la que yo he vivido toda mi vida y en la que estaba toda mi familia, mis amigos y novia.

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