viernes, 22 de abril de 2011

EL ESFUERZO MERECE LA PENA

Con 19 años, después de haber pasado por algunas experiencias laborales, me interesé por los cursos que estaba realizando el Instituto Nacional de Empleo (INEM), ahora Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), ya que había oído que éstos se tenían en cuenta para las ofertas de trabajo. Además te pagaban por participar y al final te daban un diploma de aprovechamiento.

Eché la solicitud para un curso de informática que se iba a celebrar en la Confederación de Empresarios de Ceuta. Mi solicitud fue aceptada, y pronto me avisaron para participar en él.

Desde el primer momento me tomé el curso muy en serio; estaba dispuesta a sacarle el máximo partido, porque pensaba que podría facilitarme un puesto de trabajo.

Faltando poco para terminar surgió una oferta de empleo. Se trataba de una empresa de Ceuta relacionada con la Confederación de Empresarios. Esta empresa pidió entrevistar a tres alumnos elegidos por los profesores.

Como era lógico, la selección se realizó entre los alumnos que más se habían esforzado, porque, como siempre, había personas que se dedicaban a perder el tiempo, o tan sólo estaban interesados en la ayuda económica. Yo tuve suerte, fui una de las elegidas.

La entrevista personal se realizó en la sede de esta empresa, y volví a tener suerte, porque fui seleccionada. En ese momento me di cuenta de que el esfuerzo había merecido la pena.

Para mí esta empresa era una gran desconocida; colaboraba en su actividad con la Seguridad Social, no tenía ánimo de lucro y se había extendido por casi todas las provincias andaluzas, llevando el nombre de Ceuta. También fue curioso, porque me encontré en una empresa llena de hombres, donde las mujeres tan sólo participaban en tareas de limpieza. Inicialmente compartí trabajos de ordenanza con otros realizados en la oficina.

Ya han pasado casi 23 años, y todos hemos cambiado; actualmente es una empresa moderna, que se ha extendido por todas las ciudades andaluzas, por eso su nombre, además de Ceuta, recoge el nombre de Andalucía. Pertenece a una Corporación que la sitúa en la tercera posición a nivel nacional. Su plantilla la forman unos 200 trabajadores, de la que una parte importante son mujeres. Además de las actividades que la acompañan desde hace 75 años, ha ido adquiriendo otras nuevas en el camino. Como era lógico, el cambio también me ha afectado; ya no soy ordenanza, tengo un puesto de responsabilidad.

En estos años he aprendido que con esfuerzo, capacidad de adaptación, respeto hacia los demás y humildad, se puede conseguir lo que uno se proponga,  por eso en este momento he decidido volver a esforzarme para completar mis estudios académicos, ya que la formación profesional la he ido adquiriendo con el trabajo diario y la realización de cursos específicos.

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